Y quién adorará y besará tus pies ahora que ya no estoy?
Quién alabará tus bellas manos que contemplaba extasiado?
De quién serán ahora esos suspiros y gemidos
interminables gozándonos?
Se acabará alguna vez el martirio de los recuerditos que navegan por mi mente?
Dejaré de pensar alguna vez en nosotros y entonces podré suspirar tranquilo?
Nada de esto sé ahora, ahora que no estamos para contemplarnos
entre la nubecita del café alicorado de cielos...
No hay comentarios:
Publicar un comentario